La Chica Danesa

Póster de La Chica Danesa

Sinopsis:

Einar y Greda Wegener forman una prometedora pareja de artistas y tanto su vida profesional como personal parece marchar viento en popa. Un día en el que Oola, una bailarina amiga de ambos, a la que Greda está retratando, no puede acudir a su sesión de pintura, la artista le pide a su marido que se coloque algunas prendas de la modelo para poder avanzar en su trabajo. La experiencia, lejos de quedar en una anécdota, despierta a la personalidad de Lili, quien había permanecido dormida en el interior de Einar hasta entonces y se revela como su verdadera esencia.

Mi Opinión:

Si, estás muy guapa, Lili.

Tenía muchas ganas de ver esta película desde que vi su tráiler y los primeros stills de Eddie Redmayne caracterizado como Lili. Antes de verla, solo tenía la idea vaga sobre la historia real en la que está inspirada (cambian varios elementos por conveniencia, supongo), no conocía bien todos los detalles ni su desenlace y por eso las emociones que me ha transmitido minuto a minuto han sido intensas, puras y bellas, difíciles de describir.

Supongo que no me equivoco si digo que verla me dejó con una especie de Síndrome de Stendhal, y aún pasados dos días todavía tengo esas sensaciones rondándome la mente. Y es que la cinta muestra planos e imágenes cargadas de belleza desde su comienzo. La música es suave, los actores se muestran delicados, encantadores, son fáciles de querer, se ganan rápidamente el cariño del público (o al menos el mío) y en cierto modo dan ganas de protegerles aún desde la posición de espectador: intuyes lo que va a ocurrir, tienes ganas de prevenirles, pero ellos no son conscientes, no pueden cambiar el transcurso de su historia y tú tampoco. Es algo que es de lógica, que ocurre en todas las películas, sobre todo tras verlas en más de una ocasión, pero no entiendo por qué en este film esa sensación ha sido mayor que con otras.

Así que lo único que puedes hacer es ser testigo de su historia, observar como van creciendo. La pareja protagonista comienza con un estado de ingenuidad como la de niños en un mundo donde nada puede ir mal, tomándose el punto desencadenante -en que el pintor se viste con prendas de mujer- como un juego, hasta que dicho juego se les va de las manos y la realidad les golpea, rompiendo la burbuja idílica en la que vivía la pareja protagonista. A medida que Lili avanza y se hace más fuerte, Einar, quien la ha retenido en su cuerpo desde su nacimiento, muere un poco más y al mismo tiempo la historia se vuelve más intensa. 

La historia de «La Chica Danesa» muestra una versión del amor incondicional que emociona, traspasa todos los límites, comprende, y perdona.

Pero lo que más me ha conmovido no ha sido la lucha de Lili por salir a la luz, por ser la mujer que siempre ha sabido ser. No, si hay algo que me ha dejado huella es el personaje de Greda, esposa del otrora Einar, que sin querer incita a que este cambio se produzca. En ella vemos a una mujer muy fuerte, tanto, que muchas veces supera a su esposo, que quien está profundamente enamorada. Pero es un amor distinto, tan fuerte como ella misma, incondicional, que sobrepasa los límites, comprende la situación y se iguala a las más fuerte amistad. A pesar de que lo que ocurre también le duele, es capaz de empatizar y es consciente de que no es la única sufriendo por esta situación crítica. Greda adora a su pareja, la apoya y hace todo lo que está en sus manos para ayudarle en su viaje personal, en su transformación, sin esperar nada a cambio y mantiene el tipo cuando todo parece desmoronarse y nadie está seguro de qué dirección tomar. 

Algo que me ha sorprendido mientras veía esta película, fue que en un momento dado, tras algunas de las escenas clave hubo un espectador que intentó marcharse a media proyección. Tal vez yo tengo la mente muy abierta o soy muy sensible, pero no tengo problemas con el tema que trata La Chica Danesa, la transexualidad. Pero entiendo que haya personas a las que les resulte violento y la forma de explorar esta otra identidad sexual femenina, se hace de una forma muy personal, muy íntima y aunque son escenas muy bonitas, delicadas y respetuosas, entendiendo el contexto, quizá sean demasiado incómodas para algunos.

¿¡Inmoral yo!? Desde luego…

Hay varias personas que no admiten que un hombre pueda sentirse mujer, o viceversa, rechazan todo lo distinto a lo que consideran normal y toman cada demostración de este tipo de realidades como un ataque a su forma de vida. De hecho, han habido casos en las que esta misma película ha sido tachada de inmoral y hasta se ha prohibido su proyección. Si eres de esas personas a las que les aterra ver su moralidad desviada tan solo por ver una película, mejor ahórratela… o trabaja para ver la vida de una forma más abierta, porque si no vas a sufrir mucho amargándote por nada. 

He adorado este largometraje, me ha parecido una gran obra de arte rebosante de sentimientos, y se merece todas las nominaciones a premios que ha recibido. La producción ha estado muy cuidada, las interpretaciones de la pareja protagonista son magistrales, creíbles e intensas… (porque Leo se merece un Óscar, porque si no se lo daba de nuevo a Eddie). No me extrañaría que se lleven más de un premio. Sin embargo, espero que el mayor premio que se lleve, sea el de contribuir a la comprensión y aceptación de la transexualidad, entre otras situaciones, en la sociedad actual. ¿Tan difícil es?